En Chile nunca me había acercado al ruibarbo, prácticamente pensaba que no existía, pero ahora aprendí que en el sur de Chile hay bastante y que hay una gran producción de mermelada en Punta Arenas que llegó gracias a los inmigrantes europeos. Acá en Inglaterra se produce mucho y su temporada es bien breve, así que hay que aprovecharlo mientras está en temporada. Los días en Cambridge se mantienen igual, casi la mayoría del tiempo está nublado, por lo que cuando pasé por el mercado el rosado del ruibarbo me hizo pensar en el sol, no me pude resistir y compré demasiado.
El sabor del ruibarbo que en realidad es una verdura, pero utilizada como fruta por que es dulce y ácido a la vez y es muy multifacético, por que se puede ocupar en mucho tipo de preparaciones, yo quise hacer un postre que fuese 100% ruibarbo. Igualmente no me puedo llevar todo el crédito por que la inspiración de mi postre fue del chef Michael Bartocetti, el chef pastelero del hotel Shangri la en París. Más que inspiración, debo decir que prácticamente copie su estilo en esta tarta, el año pasado la probé y aluciné.
No fue nada fácil lograr descifrar como cortar el ruibarbo para que tuviera esa forma, pero después de varios intentos lo logré y se volvió como una adicción hacer que quedaran perfectos, en realidad me demoré bastante, jaja. Pero no hay para que hacerlos así el sabor no va a cambiar y de seguro van a estar igual deliciosos.
En Chile el ruibarbo se consigue en Punta Arenas entre noviembre y marzo, la empresa Agropónica entrega a todo el país, me imagino que debe haber en otros lados igualmente, pero ese es el dato que tengo yo, si saben más escríbanlo para que todos podamos disfrutar del ruibarbo.