Esta semana traigo otra receta clásica francesa, el Paris Brest. De a poco he probado muchos postres de la pastelería clásica francesa y debo decir que en mi opinión se quedó un poco pegada en el tiempo… No quiero ofender a nadie con mis palabras, los franceses son unos genios al crear postres como este Paris Brest, pero me parece que abusan en exceso de la mantequilla, tienen un amor profundo hacia la mantequilla o beurre como se dice en francés.
De hecho creo que nunca había visto tanta variedad de mantequillas en un supermercado, lo cual es bueno, pero para mí que estoy constantemente probando nuevos pasteles y aprendiendo nuevas recetas de esta pastelería me tiene un poco cansada, así que me propuse a modificar un poco los clásicos y hacerlos un «poco» menos pesados (si es que se puede)
Este postre se inventó alrededor del 1891 cuando se hacía una carrera de bicicletas en Francia de 1200 kilómetros que iba desde Paris hasta Brest, ida y vuelta, es el evento de ciclismo más antiguo de Francia al parecer y algunos dicen que el más antiguo que aún se corre en el mundo y la historia cuenta que un chef pastelero para honrar esta carrera creó el Paris Brest en forma de círculo como las ruedas de la bicicleta. Siempre en mi opinión tiene que haber un pastelero que hace de toda celebración una mejor ¿o no?
No es para nada difícil, así que no se intimiden con la cantidad de pasos o ingredientes, es todo realmente fácil, solo que tiene varios pasos, pero ninguno complicado y si disponen de un rato en su día lo pueden hacer fácilmente, yo lo hice sin batidora y ¡se puede! pero si tienen batidora mejor, ya que no se demorarán mucho tiempo.
La receta del praliné le puse el link de cuando la redacté la otra vez para que no se hiciera tan largo este post, así que pueden apretar la palabra y los llevará a la receta o también se puede comprar hecho, lo ideal es que sea uno rico por que es lo que le da todo el sabor.