Traigo otra receta de ruibarbo, un nuevo favorito para mi a la hora de hacer postres, quizás por que en Chile no es tan usual y acá hay mucho y es delicioso. Hace mucho tiempo había visto unas tartas hermosas, no estaba muy segura como lo lograban, hasta que entendí que el ruibarbo es por si solo bello, entonces decidí hacer una tarta un poco geométrica, pero como no soy buena para las matemáticas no quedo muy simétrica ni nada como me hubiese gustado, pero igual a mis amigos les gustó y aunque no quedo 100% recta ni pareja estaba deliciosa y se veía cool.
Los distintos tonos de rosado del ruibarbo hacen que se vea muy linda y bueno debo confesarlo, estuve probablemente más de una hora cortando el ruibarbo para que calzara en la tarta y aún así no quedo como quería, jajaja.
El relleno es un frangipane de almendras, que es básicamente una masa de almendras suave que le da ese contraste con la acidez, es super sencillo de hacer, básicamente mezclar los ingredientes. Lo único que me tomó bastante tiempo fue la decoración, así que si igualmente quieren hacer la tarta, pero no quieren gastar una hora o más como hice yo en la decoración, simplemente pongan el ruibarbo encima, ya que igualmente se va a ver bien.