Este verano nos animamos a cultivar un pequeño huerto en el patio: verduras, hierbas y hasta algunas frutas. Gracias a la cuarentena tuvimos más tiempo para cuidarlo, y finalmente logramos cosechar tomates increíbles: llenos de color, sabor y una belleza que merecía algo más que una simple ensalada.
Tan orgullosa estaba de nuestros tomates, que quise llevarlos también a la pastelería. ¿Por qué no? Y así nació esta idea completamente deliciosa: combinar frutillas con tomates en una tarta.
Me inspiré en Christophe Adam, un pastelero francés que adoro. Tiene una colección de libros dedicados a recetas por ingrediente, y uno de ellos está dedicado exclusivamente a los tomates. De ahí saqué la receta de esta mermelada de tomate con vainilla… ¡una maravilla! Quedó tan rica que seguramente lo que sobre terminará en una tostada.
La tarta es una base clásica, luego tiene una mermelada de tomates con vainilla y por último una crema de frutillas y luego encima la decoré con frutillas y tomates frescos de diferentes colores y algunas hojitas de albahaca.