Marshmallows de Vainilla y Maracuyá

Debo confesar que soy una fanática de los marshmallows, quizás por que siempre me traían recuerdos y me intrigaba su textura. Hay pocas cosas que superan un marshmallow derretido en un palito junto a una fogata y guitarra de acompañamiento, porque sí, debo reconocer fui una scout y no podían faltar los marshmallows en las fogatas.

Pero éstos creo que superan cualquier otro que haya probado y esto comprueba mi tesis de que lo hecho en casa y por tus propias manos queda infinitamente mejor que algo que venga de una bolsa con muchos ingredientes que casi no se pueden pronunciar.

Son deliciosos, tienen un sabor muy presente de maracuyá, que como en Chile no hay lamentablemente, lo consigo en pulpa congelada y de ahí le saco el jugo para hacerlos y también es necesaria una vaina de vainilla y sus semillas. Que combinación más perfecta de olores y sabores, creo que nada puede quedar malo con estos ingredientes.

Son ideales para los niños o en realidad para cualquiera, ya que todo el que lo probó los amó y cuando los estás cocinando ese olor tropical simplemente te van a dar ganas de teletransportarte a algún país tropical ( o eso me pasó a mí)