Ya viene San Valentín y quise hacer una receta para celebrar el amor, siempre cualquier excusa es buena para comer un postre ¿o no? Ya sea que lo quieran celebrar en pareja, con amigos, con tu perro o solos este postre es el ideal.
Un rico mousse de frambuesas con un bizcocho de pistachos, bañado en un glacé de chocolate blanco ¿tengo que decir algo más? Creo que se describe por sí mismo ¡es delicioso! A pesar de que se vea algo muy elaborado y que a algunos les parezca un postre intimidante de preparar (como a mí) ya que siempre que veo postres brillantes y con formas lindas tiendo a pensar que son demasiado difíciles de hacer.
Realmente no es tan difícil de hacer, solo hay que organizarse, ya que hay que enfriarlo toda la noche para que tenga la temperatura ideal y así el glaseado brille y se vea como un postre muy elaborado, digno de cualquier restaurant.
Yo prefiero los moldes de silicona para este tipo de postres, pero también lo pueden hacer en moldes de acero inoxidable o en cualquier molde que les guste y lo puedan hacer en un formato individual para celebrar el día de los enamorados, jaja, aun que como muchos dicen, todos los días debería celebrarse el amor y obvio… con un postre.
Sobre la pasta de pistachos, yo no conseguí una ya hecha, así que me dedique a hacerla yo, lo que puede ser un poco más de trabajo, pero vale la pena para un sabor intenso a pistachos. Solo hay que pelar los pistachos y ponerlos en una procesadora hasta que se empiece a hacer una pasta (puede tardar un tiempo) pero si es que consiguen una pasta envasada, los resultados serán los mismos.